martes, 20 de septiembre de 2011

¿Porqué?

Caminaba despreocupada y con pasos amplios, pisando mis jeans azul cielo.
Mi camiseta blanca con mangas cortas llevaba escrito entre muchos colores "Life is good" y valla que me lo tomaba enserio.
Descargué toda la angustia que tenía por aquella charla entre Anahí y Anne, se lo dejaría al destino; que fuera lo que él quisése. Después de huir de allí era lo mejor que podía hacer.
Cuando caminaba en un transe hipnótico por aquellos pasillos tan angostos y llenos de gente, me detenía a observar el techo y nada más me importaba. ¿Qué hay allá? ¿Qué hay arriba? Me preguntaba.
Nada, no hay nada -respondía- salvo que otros dos pisos llenos de chicas con labios rositas y rubor en las mejillas, todas amontonadas y parlanchinas -pensé-
¿Qué hay más allá? -volví a preguntar- Nada, un cielo gris que abraza la ciudad -respondí-  ¿Qué hay más más más allá? -pensé casi en voz alta-
Está Bruno, James, y tu familia -respondí fríamente-
¿Qué hacen ellos? -pregunté-
Talvez te extrañan, talvez te lloran, talvez te recuerdan con meláncolia, talvez.... talvez te olvidaron
-respondí-

—¿Qué te pasa Eli? Estás como perdida  —interrumpió Charlie aproximándose amí
—¿Eh?
—¿Qué pasa con ese cerebrito tuyo que te trae tan pensativa?
—Eh, claro. Toma  —dije sacándo los boletos para la tocada de Leonardo
—Oh, te invitaron. ¿Quién? Fue Gustavo, Abraham o...
—Quiero que vayas conmigo
—Eh sí sí, pero... -decía pensativo-
—Ah claro. Te ha invitado Leonardo. ¿Cierto?-preguntó-
—Sí, lo hizo. —dije ruborizada—
—Oh, Elizabeth... —dijo boquiabierto—
—No es para tanto, son sólo unos boletos. —dije despreocupada—
—Uy pero -continúo con tono pícaro-  te habló, y quiere que vayas a su tocada. Eso me suena a aaaaamor...
—Ay que pesado eres Charlie -interrumpí- ni que fuera la única chica a la que invitó...
—Pues no, irá la mayoría del campus, los de nuestro grado
—¿E-en serio? -dije un poco triste-
—Sí, el objetivo de Leonardo esque el lugar esté lleno para recibir buenas críticas.
—Claaaaro. --Confieso que en ése momento quería matar a Charlie--
—Sí...

Bajé la mirada un poco y me puse muy boba, muy... ¿triste? sentía feo en el corazón.
Qué tonta. Qué ilusa. ¿Cómo me puse a imaginar que Leonardo me invitaría exclusivamente amí? Soy toda una papanatas. De seguro pensó: "Uy invitaré a aquella chica rara que babea por mí para que valla a aplaudirme como nunca" "Así me contratará un manager milagroso que me hará mejor que los malditos Beatles" ¡Malditos managers!
—¿Elizabeth?
—Eh...¿Qué?
— Otravez estás navegando en tus propios pensamientos -rodeó los ojos-
—¿Qué? Discúlpa no escuché --Estaba muy ocupada extrangulándote en mi cabeza Charlie-- pensé
—Oh, Elizabeth, de verdad perdóname si herí tus sentimientos -dijo-
—No, no para nada.... Esque... -continué después de una largo suspiro-  tengo muchas cosas en la cabeza.
—¿Acaso estás triste? ¿En verdad te gusta ése Leonardo, ah? -indagó Charlie-
—¡No! Ahora; shhhhh -dije casi gritándo- no valla a ser que nos escuchen y piensen las cosas equivocadas.
—Creo —continúo Charlie— que deberías descanzar.
—Sí...
--Bueno Charlie gracias por joder mi autoestima-- Pensé
—Ya me voy —me despedi—
—No me gusta verte así —dijo—
—¡Ya te dije que estoy bien, maldita sea!
—Ay... perdón, creo que estas alterada... ¿Quieres salir a tomar aire fresco?
—Dije: ya me voy  —respondi—
—Bueno...

Caminé muy muy rápido, escapando de toda realidad.
Pero que torpe me sentía. ¿Porqué me sentía tan mal por algo...algo tan simple?
Como era de costrumbre, después de clases me dirigí a la habitación. Me recosté en la cama y miré el techo blanco que se asomaba desde lejos. Blanco, cada día más pálido, más simple, más sombrío y más insípido.
Rodeé mi cuerpo para no verlo más, tal cosa me ponía aún más triste. Y vaya que más triste no se podía estar...
Recordé algunas palabras de mi vecina Nancy, con quién solía quedarme los fines de semana cuando vivía en mi antiguo hogar. Una viejecita de cabello blanco como la nieve, ojos grises y corazón enorme.

"Corazón que suspira, no tiene lo que aspira.... entonces es amor"

---Entonces el amor se trata sólo de eso. ¿De sufrir?
De esperar, de encontrar de descubrir y finalmente odiar. Un momento... No le quiero temer al amor, lo mejor será no hacerme espectativas falsas. Iré a la tocada ésa, sin falsas  ilusiones. Voy a divertirme. Tengo casi 15 años; ¿porqué no pasarla bien?
Talvez y hasta... Leonardo y yo la pasemos bien. Quiero decir... sin nada de cosas de amor.----

Ése último diálogo conmigo misma me sirvió de algo, me alimentó el alma y me dió fuerzas.

—¿Elizabeth?— decía una voz desde afuera.
—¿Quién es?—
—Pues ¿Quién va a ser? Abre, cabeza de chorlito—
Definitivamente era Anne a la puerta.
—Enseguida le abro su majestad dije con sarcasmo
Abrí de golpe y ví sus ojos marrones que buscaban un abrazo, tenía un brillo en el rostro y una sonrisa inusual.
—¿Qué pasa?
—Hice las pases con Anahí... -dijo eséptica-
—Wow...
—Bueno... ¿No me vas a invitar a pasar? Esto debemos de platicarlo.
—Eh sí sí, pasa...
Entró e inspeccionó el lugar. Mira alrededor constantemente. Hizo unos gestos raros y miro la cama aún desordenada con discos alrededor. De nuevo el gesto extraño.
—¿Qué tiene? -pregunté confundida-
—Nada... algo tienes. ¿Qué te pasó?
~Mierda, como sabe todo lo que me pasa~  pensé
—Tengo sueño -mentí-
—Ajaáámmm— me dijo mirándome fijamente a los ojos
—Bueno... ¿no me vas a contar lo de Anahí?
— Me pidió disculpas, en fin... fue una cursileria. La conoces bien...
-asentí con la cabeza-
—Bueno -continuó- la cosa es que estamos bien. quiero decir.... se puede decir que me agrada un poquitín... -dijo en voz bajita-
--¿Qué no la odiaba?-- pensé
¿Qué cosas pudo haber dicho Anahí para que se solucionara? En verdad, Anne y Anahí eran ciertamente, almas complicadas...

martes, 13 de septiembre de 2011

Incómodo o no, estaba pasándo.

Después de algún tiempo caminando en los alrededores del Campus, logré ver una cara conocida. Era Anahí, parecía muy ocupada y concentrada. Algo inusual en ella. Parecía buscar algo.
¿Pero, qué?
Entonces recordé sus últimas palabras:
"Yo misma hablaré con ella, ténlo por seguro... Amanda tú y yo; seremos las tres mejores amigas en el planeta"
--Oh santo Dios...-- pensé
De inmediato reaccioné y me apresuré a esconder a Anne. No quería que nada malo sucediera después de mi linda charla con Leonardo.
—Mmmmm ya vamonos ¿No?     -le dije repentinamente-
—¿A dónde?
—Eh, a afuera. ¿Sí?
—No, me toca historia y es en ése salón    -ligeramente apuntó justo a la puerta donde se recargaba Anahí-
Continuó caminando, pero lo impedí.
—¿Qué te sucede?—  -decía Anne mientas la empujaba hacía atrás-
—Nada, nada... -continúaba con la respiración cortada-
—¿Qué te pasa? ¡Demente! Suéltameeeeeeee -decía mientras me apartaba con sus brazos-
—¡Entiende! - suplicaba yo-

Si Anahí encontraba a Anne... le diría alguna fatalidad. Una fatalidad para hacer las pases, pero en fin; una fatalidad. Anne explotaría.... explotaría del enojo. Sé que suena egoísta pero... ¡Arruinaría mi fin de semana!
Anne dejo de caminar en dirección contraria amí, apoyándo firmemente sus pies en el suelo; haciéndole frente a mi marcha y declarándo guerra... yo seguía empujándo su cuerpo hacía el fondo del pasillo, entonces mis pantorrillas tropezaron con las suyas haciéndo perdiera rápidamente el equilibrio, que tropezara y que mi cabeza tocara el suelo... allí tiradas las dos, nos mirabamos mutúamente. Anne estaba enojadísima conmigo.
Aún en el suelo, Anne quejándose decía:

—¡Que torpe eres Elizabeth! -se tocaba el rostro y tenía una cara de jaqueca increíble-
—Discúlpame Anne -decía yo avergonzada-
Un chico rubio y de ojos claros se aproximó a nosotras como de rayo.Nos  miró duránte un segundo e instantes después intentaba levantar a Anne. ¿Ah, yo? Yo bien gracias tirada en el suelo.
—Gracias -decía Anne un poco roja, mientras se arreglaba su despeinada melena-
El chico lindo le devolvió una sonrisa mientras se alejaba lentamente.
--¡Qué rayos!-- pensé aún en el suelo
—Oh Elizabeth, ¿Qué esperas? Levántate...
—Oh Anne, ¡NADA! Estoy probándo lo rico que es apreciar el techo desde el suelo.
Rodeó los ojos y apartó su vista de mí, volteó a ver a ése chico y le sonrió de nuevo.
—¿Así que es él?
—¿Él qué? -rodeó los ojos-
—Él te gusta -afirmé-
—¡No! Por Dios Elizabeth, es Brian. Es totalmente un mujeriego. Jamás haría semejante estupidez.
—Es un suicidio estúpido  y automático a tu corazón -advertí-
—Sí,  eso y aceptar a 20 socias más... -Dijo con cierto enfado-
—Ajám... Además el sólo busca diversión -afirmé-
—¡Osssh ya! -rechinó los dientes-
Depronto una voz conocida se aproximaba con pasos firmes.
—Anne... -dijo su voz chillona y alegre-
—A-a-anahí -tartamudeó-
 --Creo que ni ella lo esperaba--
—Eeeemmh, ¿Qué tal Anahí? -dije-
--Esto es tan.... ¡Extraño!--  pensé.
—Eh, pues nada. -Anahí me respondió con cierto miedo, se le notaba en la voz-
—Ah... y... eh... mmm...  -balbuseaba Anne todavía en shock-
—Anne, yo quería decirte que... -bajó la mirada un poco-
Ahí estaban las dos, si odiarse, sin siquiera querer tocar un pelo de su oponente, sin ataques previos, sin golpes, sin agredir...  simplemente avergonzadas por su bochornosa discusión... en un dilema.
—¿Qué pasa? -dijo Anne-
—Yo...
—Eh.... tengo clases, chao. -me adelanté mientras caminaba a toda prisa-

No quería apreciar dicho espectáculo, bueno o malo, terminaría con una consecuencia que no me animaba a descubrir.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Leonardo

Mi corazón se aceleraba lentamente... era extraño, podía sentir los estruendos que éste daba contra mi pecho;  -Que incómodidad tan divina- pensó una parte de mí, que no podía controlar... por otro lado estaba yo realmente nerviosa; tenía el alma en la boca y mi cuerpo invadido por un suspiro contenido de adrenalina increíble.
En un previo instante me armé de valor e inesplicablemente logré hacerle frente y pronunciar unas palabras.


—Me llamo Elizabeth...—  dije e un tono suave y calmado, intentando ahogar todas las emociones que en el corazón sentía.
—Mucho gusto -pronunció-

Cuando ví sus ojos... sus ojos soñolientos, amables, llenos de luz y misterio. Mostraba una sonrisa y entre parpadeo dejaba ver una bella luz gris.... esmeralda... ¿azul?... de colores era mi paraíso.
—¿Pa-para qué querías verme?— -pregunté haciendo circulitos imaginarios con los dedos en mi cuaderno, estaba muy nerviosa y después de esa frase (y de ver aquellos ojos) nadamás se me ocurrio ocultar la mirada-

—Pues... yo sólo quería saber sobre ti. Te he visto en varias ocasiones. Me parecio lindo venir a saludarte.
—Que amable de tu parte—  dije un poco sonrojada  —Yo también te había visto un par de veces... pensé en hablarte pero esta semana he estado muy agitada.
—¿Tareas,ah?
—Sí algo así...
Un estúpido y sonoro sonido invadió la conversación mientras mis ojos perdían la luz...
—Me tengo que ir Elizabeth, tengo álgebra.
—No te preocupes. ¿Podemos hablar después? -agregué con una sonrisa-
—Claro, te veo luego.
—Sí,sí. -mis ojos aún le seguían la mirada, entonces retrocedió y me despidió con una cálida sonrisa-
Mientras se alejaba, mi corazón recuperaba su ritmo normal y mis pantorrillas dejaban de temblar como gelatina. Todo se consumió en un suspiro y me deje llevar por el momento.
Hipnotizada, y alejada de la realidad, me encontraba yo viendo hacía el vacío contemplando en mi mente todo lo sucedido. Era perfecto. Entonces alguién me interrumpió...


—¡Hola Elizabeht!—  -dijo Anne mientras se aproximaba amí-
—Hola Anne...  -dije volviendo a la realidad-
—¿Estás lista para tu 1er fin de semana en Nueva York? -me decía con cierta alegría desmedida, lo que era inusual en Anne-
—¿Estaaaaás lista? Lista,lista,lista... -decía sin pausas sonoramente-
—Sí algo así—  le dije entre risas, su cara de maniática me mataba.
—Perfecto ¿A dónde quieres ir?
—Ah pues estaba pensando...
-- ¿Y Anahí? ¿Y Charlie?-- --Por Charlie no hay problema... pero Anahí...-- pensé
—¿Qué pasa? -me preguntó-
—No, nada...
—Jóvenes saquen sus libros, porfavor. Comencemos con la clase de hoy... -interrumpió aquel viejo barbón de la esquina, al que llamaba "Profesor"-
Saqué mi libro y me dispuse a poner atención. Qué extraño de mi parte.
( . . .)
Mientras caminabamos después de clase, Anne me miraba raro, poco a poco se daba cuenta...
—Anda Eli... ¿Qué te pasa? Yo sé cuando tienes algo -concluyó-
Nada Anne, lo que pasa es que me preocupa...


—Elizabeth...  -tomó mi brazo.... era  alguien atrás de mí-
Cuando volteé... lo ví. Junto amí, tan cerquitas y aclamándo mi nombre.
—Leonardo... hola.  -dije un poco nerviosa-
—¿Tienes planes para el fin de semana? ¿Saldrás con tu amiga? -me preguntó mientras observaba a Anne-
—Mmmmm—  dije mientras le buscaba la mirada  a Anne, quién tenía la boca abierta y los ojos de plato
—¿Eh?— dijo mientras le toqueteaba el codo --¡Anne, porfavor interfiere con ésto!-- pensaba exaltada
—Ah sí , sí. Emmmh pues aún no planeamos nada, Elizabeth está libre...  —añadió con una sonrisa—
Yo le sonreí con un gesto de "Mil gracias" y me llevé las manos al estómago. Estaba hambrienta, o con los nervios que merodeaban en mí, tenía toda una revolución en el estómago. Entonces esperábamos la pregunta, la respuesta, el comentario o lo que sea que fuese... ¿Leonardo me invitaría a algún lado? Muy loco como para ser cierto.

—Me gustaría invitarte... invitarlas —corrigió— a un.....es una presentación de mi banda. Va a ser en un lugar llamado 'highway 69'  un poco cerca de aquí, si están 100% disponibles, les podría obsequiar algunos boletos.
—¡Claro! -dijo Anne-  que amable de tu parte; esto va a estar genial.
—Gr-gracias Leonardo -dije un poco ruborizada- en verdad, lo aprecio mucho. -Me miro como cerca de 30 segundos, sentía heladas las manos y los pies... después apartó la mirada de una manera inesperada-
—¿Necesitan más boletos? ¿Qusieran llevar a alguien?  —dijo mientras sacaba algo de su bolsillo—
Anne puso unos ojos tremendos, una luz directa en las pupilas; su boca se preparaba para soltar un sonoro "SÍÍÍ" pero yo me adelanté... ¿Cómo nos aprovecharíamos de el pobre Leonardo? ¿Pedirle más boletos? Eso es grosero... bueno eso pienso yo.

—Nonono. No quisieramos molestarte con eso... de verdad— -agregué rápidamente en tono nervioso-
— ¡No es molestia! entre más personas vayan es mejor, además irán algunos compañeros del campus. Sería muy lindo que trajeras a tus amigos.
—Ah...ah, pues en ése caso; ¿Me regalas 2 boletos más?
—Claro— sacó 4 boletos y me los entregó en la mano
Al sentir el rose de sus dedos con mi mano me desvanecí. Fue algo eléctrico y no pude evitar sonrojarme...
—Te veré ahí, Elizabeth.
—Eh, claro. Nos veremos ahí...
--¿"Nos veremos ahí"? qué estúpidez... ¿Qué cosa acabo de decir?-- pensaba en un abismo de verguenza

—WOW— exclamó Anne —Sí que te mueres por ése Leonardo.
— ¿Se me nota mucho?  -dije preocupada-
—Se te nota como... como que tienes dos ojos en tu cara. Así es de evidente tu amor hacía Leonardo.
— Para ya Anne, no lo amo.  --Ni yo me creía ésa!--
—Ay sí. AJÁ.  -rodeó los ojos-
—¿Me veo muy... tonta?
—No, Eliza...para nada. Te ves como lo que eres.  —me sonrió amablemente—
—¿Qué soy? -le pregunté confundida-
—Una enferma -añadió sin cuidado-
—¿Quééé?
—Sí, una enferma del club de las enamoradas crónicas.
—Ja-ja— le dije con sarcasmo.
Anne me miraba con una sonrisa de oreja a oreja, parecía que le habían contado un chiste. Si contuvo las carcajadas fue porque seguramente se dió cuenta de lo serio de la situación. Hasta parecía que contenía aire en su estómago para aguantarse las ganas.
—Nunca te imaginé enamorada... y menos de él...  -Dijo todavía sin llegar a creerlo del todo-
—¿Qué tiene de malo él?
—Creéme, ustedes dos no pegan ni con el pegamento más fuerte del mercado.
—¿Qué tengo? —¿Hay algo mal en mí?
—Tú eres muy... diferente a él. Él escucha The clash;  tú Bethoveen... El es un chico heavy, tú eres muy...
— No importa. -interrumpí-
—Además es muy serio.
—No lo sé, creo que no importa. No. No importa.
Anne me miraba detenidamente. Como si nunca ubiera presenciado el amor a primera vista; o ésa cosa que sentía en el corazón.
Lo que movía mis pies, y aceleraba el alma.
La verdad... yo nunca había presenciado tal cosa.
¿Enamorada yo? Qué raro, aunque talvez Anne tuviera razón. Nunca me había pasado hasta ése momento, así que no conocía ninguno de los sítomas.
¿Los tendría yo?











lunes, 29 de agosto de 2011

¿Sueño, quizas?

Era un aún jueves por la mañana, muy temprano para ser claros.
Un día escencial, en el que...,siendo muy exagerados, se marcaría una diferencia. 
Un día y contándo para ser Sábado, lo que significaba una sola cosa.
¿Fin de semana?...POR SUPUESTO.
Pero... ¿A qué acontese? Un día aburrido en el campus, sin clases u otras distracciones... ¡Que digo distracciones! ¡Sin tareas!
Y como consecuencia... fin de semana libre, lo cuál nos lleva a...
F i n     d e    S e m a n a   A F U E R A.
Así es: yo sola (mejor dicho con mis compañeros) en la gran ciudad de Nueva York.

Entonces con todos aquellos pensamientos hechos un lío en mi cabeza, me levanté del sofá...(¿cómo llegué ahí?...) solté  de mis manos un libro de Química para 3er grado...(¿Y eso?) y me metí con pasitos torpes a la ducha. Todo sucedía mientras un individuo de cabello largo y negro se aproximaba amí sin yo siquiera darme cuenta...
Tomé una toalla y la envolví en mi torso semi-desnudo. Me puse las zapatillas para ducha, y me recojí el pelo. Entonces mientras merodeaba en el baño en busca de jabón neutro (no jabón de miel con más miel  con té de árboles aromáticos; revuelto con flores del campo de quién sabe donde ...) ¿Adivinaste? El jabón de Anahí.

—Te tengo—    —dije al tomar el último jabón neutro de mi baño—
—¡Y yo te tengo a tí impostora!—   dijo una voz a mis espaldas
—¡Dios mío!—  —exclamé de un salto aún sin voltearme a ver de dónde provenía la voz—
—A-a--nahí.... —dije acomodandome la toalla, temía que se cayera al piso y por consecuencia una tragedia vergonzosa—

—¡Mira lo que encontré en los bolsillos de tus jeans!
--Oh rayos rayos rayos....--
— Un ticked del día de ayer ¡Fuiste ayer al snack con Ana! Me mentiste ¡Dijiste que ibas a estudiar!
—Anahí....
—¡ELIZABETH! —gritó y retrocedí—     --Quiero que quede claro que cuando Anahí grita...GRITA--
—Sólo dilo ¿No te agrado, verdad?
—Ése es el problema.... me agradan las dos, y no puedo clonarme para satisfacerlas. dije en un toco frío y rápido, como pre-grabado, esa frase había sonado tanto en mi cabeza que ya ni sonaba natural, tenía un sonido extraño, como un estornudo que sale del cuerpo por inercia.

Después de esa frase Anahí me miro fijamente, talvez no captaba la idea. Rendida me quédé fija al suelo unos segundos después me incorporé al escalón del baño para tomar asiento... respiré y clave la mirada al horizonte.
—¡Oh Elizbeth! —con el corazón en un brinco se acercó a estrechar sus brazos conmigo—
—¿Esto te está dando vueltas la cabeza, cierto? Pobresilla de ti.
El dramatismo de Anahí era exagerado, pero de alguna forma siempre me había hecho sentir mejor...
—Deja que esto lo solucione yo ¿Quieres? —decía en un tono cursi— Yo haré las pases con Amanda, y todo estará bien... ¿Quién sabe? Talvez seremos las 3 mejores amigas en el planeta...
—Anne... interrumpí Anahí, su nombre es Anne.
—Claro, lo tengo.


Después de esa charla, no tomé mi ducha agusto, ni me comí mi yogurth matutino agusto, nisiquiera caminé los pasillos agusto, por estar pensando en que locura cometería Anahí para arreglar las cosas con Anne.
Podía ser una 3er guerra mundial.
Tanto así que me olvidé de planear mi fin de semana.

—¡Enana! -Charlie mientras corría hacia mí-  —¿Porqué tan seria? Estás perdida, ni siquiera haz notado que Don risitos de chocolate amargo está justo detrás de ti.
—¿Qu-é?  -volteé la mirada y efectivamente Leonardo caminaba justo detrás de mí-  —¿Qué cosas dices Charlie? Te afecta la brisa de allá arriba —dije mientras me sonrojaba, y escondía el rostro—
—Sabes que te mata me dijo al oído
—Déjate de estupideces dije entre risas tontas
—¡Quién es mi enana! —Dijo llevándome entre sus brazos, haciendo que mis pies dejaran de tocar suelo—
—¿Qué te sucede hoy? ¡Bajáme!
—Hay que sacarle celos a tu galán —dijo con una mirada pícara—
—No cuentes conmigo... no tengo "galán"
—Como quieras... me voy tengo clase en historia, ¿Te veo luego?
—Claro
—Adiós
—Adiós
 De proto sentí la extraña sensación de que alguien me seguía con la mirada, ya sabes, esa extraña sensación que no puedes describir...--Debe de ser aquella pelirroja-- de imediato giré la cabeza y puse mi cara de agresividad.

¡Oh pero que sorpresa! Sostuvo mirada y me vio disimuladamente a los ojos...  de inmediato cambie mi cara de agresividad a pánico.
Era Leonardo.... me miró extraño, luego aparto la vista de mí.
--Seguro lo intimidé; seguro puse una horrible cara... se asustó, ¡No se asusto! ¡le parezco horrible!-- pensé entre casi sollozos.

Corrí y me senté en lo que sería un asiento de clase, pero para mi era un abismo donde mi corazón se hacía trizas.
—Disculpa --sentí una mano sobre mi hombro...¿Acaso...?--
—Mi nombre es Leonardo, perdón por asustarte así en el pasillo, no quería hacero, lo que sucede es que he querido hablarte desde hace unos días pero nunca se prestaba la oportunidad...
--¿Estoy soñando?--

( . . .)










jueves, 25 de agosto de 2011

Algo

Los días transcurrieron normalmente, las clases se ponían interesantes, mis cuadernos cada vez tenían más apuntes y por las tardes tenía  montones de libros por leer. Aveces, y de pura casualidad, me topaba con aquel sujeto de rizos, todo se tornaba rosa y veía su caminar en cámara lenta... mientras una brisa golpeaba con delicadeza su melena, se aproximaba a su casillero (afortunadamente enfrente del mío ¡Sí! Enfrente del mío...) rodaba los ojos al ver el horario; faltaban muchas horas para el almuerzo, y eso lo ponía mal . Aquel gesto me mataba, aún sabiéndo que era de desagrado: todo en él para mí era perfecto.Sutilmente daba la vuelta y se incorporaba lentamente al pasillo.
Entonces yo como idiota me detenía para mirarlo, aveces me preguntaba si algún día le hablaría...
También me pasaron algunas tragedias, después de la pelea entre Anne y Anahí, todo se puso denso. Ahora no podía estar con Anne si estaba cerca de Anahí, y viceversa. Tenía una doble vida. Para Anahí yo estaba 'estudiando Matemáticas en la biblioteca', pero en realidad yo estaba pasando un rato con Anne en la terraza del tercer piso, para Anne yo estaba 'practicándo tennis en la cancha', pero en realidad pasaba la tarde en la habitación; con Anahí.

—No sé, me gustaría ser como aquellos que disfrutan tener una doblevida. Esos de la televisión que hacen lucir todo interesante y no complicado —le decía a Charlie mientras caminabamos juntos a clase de Química—
—¿Cómo quienes? —me preguntaba confundido—
—No lo sé... tú sabes...Batman, Peter Parker --Al escuchar éste último,  me miró con cara de estar viendo un bicho raro,y tratandose de mí, usualmente agregué algo mucho peor-- —¿Hannah Montana?
Se rió en un tono muy alto, mientras el brillo se apoderaba de sus pupilas, y alcanzó a decir:
—Ay Elizabeth, eres muy chistosa...
—¡No te burles! —exclamé— estoy hablándo enserio esto de Anne y Anahí me mata.
—Deberías decirles la verdad, esto es muy infantil, además tú lo estás siendo, evadir las cosas no es la solución...
—No lo he planeado Charlie... en ningún momento.
—¿Entonces de dónde salen todas estas escusas?
—Al momento, tengo planes con Anahí y Anne me sale con alguna de sus sorpresas... entonces tengo que mentir de nuevo.... y me siento mal conmigo misma, hace días que me siento así —añadí con meláncolía—
—Tomas desiciones fáciles y rápidas, creéme esas nunca funcionan, nunca.
—Gracias Charlie, —apoyé mi cabeza sobre su hombro—  tú siempre me haces sentir mejor... creo que es tiempo de decirles.
Se agachó un poco e hizo lo mismo, —¡Y tú eres una enana! —dijo— Mira me llegas apenas a los hombros...—pequeñita Eli   —agregó en tono burlón—
—JA-JA muy chistoso, no es mi culpa que seas tan alto, maldición ya llegas casi al techo —dije bromeándo—
Reímos durante un rato y finalizamos la caminata a clase.
Charlie era un amigo estupendo, me agradaba mucho su compañía.



martes, 16 de agosto de 2011

La gran pelea

—¡Es que tú....hablas MUCHO! -argumentó Anne-
—Estaba por terminar ¡Entrometida! -acusó Anahí- ¡De seguro es porque tú también amas a Brian!
Anne se puso roja y rechinó los dientes. Parecía que Anahí, después de todo, había dado con la respuesta.
—¡No es así! -replicó Anne- Tú... demente... psicópata... extraña ¡Imaginas cosas!
Un silencio invadió nuestra mesa, y acto seguido Anahí atacaba de nuevo.
—Pueeeeeeees— enfatizó esa última frase con unos ojos que mataban —Amí no me importa lo que pienses de mí, extraña.
—¿Sabes algo? por gente como tú, este campus es una m...
—¡Cállate! se nota que tipo de persona eres, si mis padres vieran esto me sacarían de esta posilga.
Pero ese comentario, desde luego, sólo había servido para hacer crecer el repertorio de insultos de parte de Anne.
—Oooooh claro, una familia rica, con una chiquilla insoportable.
—¡Cállate! No puedes hablar así de mi familia, insolente..
--Esperen, de cuando acá Anahí era una chica ricachona?--
—Oh claro, la duquesa ha hablado.

Después de minutos escandálosos e inquietantes, noté la nostalgia en la cara de Anahí, nadie había sido tan ruda con aquella chica tan... ¿Frágil?

—¡Ya cállense! Todos en la cafetería nos están mirando... -decía Charlie avergonzado y nervioso-
—Ya, oigan, ya... -me apresuré-

—Discúlpenme... es decir... ¿Qué pasa? Ustedes dos son importantes para mí, apesar de que las conozco de hacía poco, ustedes saben... me caen bien y no quiero tener problemas por un malentendido tan... simple...
-Dije en tono severo, pero suave...por Anahí-
—Dicúlpame Ana -volvió a pronunciarlo mal- Creo que ya había hablado demasiado, en verdad díscúlpame, talvez tenías un asunto importante con Elizabeth y no te dí la oportunidad...
Ya que se trataba de Anahí, prosiguieron las discúlpas... cada vez más largas, aveces sin sentido, y profundamente meláncolicas...era lo mismo pero yo sólo escúchaba sinónimos de las demás frases.
—Aveces hablo mucho estoy... estoy... ¡avergonzada! por favor, no quiero tener problemas, me caes muy bien Anita -Lo pronunció mal, y ahora un nickname... de algo estaba asegura: Anne y Anahí no serían buenas amigas-

Anne cerró los ojos un momento, parecía que en su interior contaba hasta diez para tomar un respiro...

—No, déjalo así, discúlpame tú. Me alteré un poco...
—Discúlpame de verdad...

Y así durante un rato. De no encontrarse tan abrumada Anahí, y tan alterada Anne, talvez, y sólo talvez Anne hubiera agradecido las discúlpas y se sentaría  en la mesa, después de una pausa lijera Anahí diría  un chiste y todos reíriamos, así como en los programas de TV, todo acompañado de una risa pre-grabada de un público fictisio.Aparecerían los créditos y como ráfaga un adelanto de el próximo capítulo.

"La próxima semana en....'SOY ELIZABETH Y MI VIDA EN ÉSTE CAMPUS APESTA'..."

Pero como estábamos en la realidad, Anne abandonó la cafetería después de un "Adiós" simple y frío, Anahí "recordó" que tenía planes de "estudio" --Nadie se tragaba eso-- y sólo quedámos Charlie y yo. Solos como inadaptados, en una mesa al fondo, después de una bochornosa pelea...
Charlie miró a su alrededor y segundos después me preguntó...
¿Anne y Anahí se conocían desde antes?
Sí, eso creo... pero detras de esto está el famoso Brian... eso lo sé...
Mmmh, talvez.
Talvez...
Otro RIIIIING sonó, era tiempo de asignaturas... había elegido Música, después eligiría las otras dos.
Por lo pronto sólo me preocupaba reencontrarme con un piano, con una nota, algo que me recordara mi hogar...



martes, 26 de julio de 2011

Tomé mis libros, guardé mis plumas, adiós al infierno de la profesora Myriam...en un instante alguien sostenía mi brazo...
—¿Hey? —sonrió—
—Hey, hola.
¿Quieres venir? es última hora... podríamos ir a.... —bostezó—
—¿A dónde? —interrumpí—
—A donde sea... -sus manos tenían entre sí un papelito, lo sostenía con  nerviosismo, pero al mismo tiempo parecía cansada, al igual que yo-
—Ok
Mientras las dos caminabamos no dejaba de pensar en lo que sería salir, era la última clase del día. Dos...tres... bueno yo calculaba unos 4 pasos para salir del aula...un paso.... FUERA.  respiré profundo
—¿Estás bien?
—Sí.... es sólo que me hacía tanta falta aire fresco... aveces... es muy necesario; es el primer día y he andado como loca, espero que mañana sea mejor.
—Ummmhhh yo acabo de llegar...sé cómo te sientes
—Que genial, éste también es mi primer día, me preguntaba si...
 —Acabo de llegar... hace un año -agregó.
—Reí un poco— Bien y durante todo este tiempo... ¿Te gustó el campus?
—Apenas aprendí a seguirle el ritmo ¿Sabes? es muy grande, aún no entiendo como cabe en Nueva York.
—¿Cuáles son tus sitios favoritos?
—Algunos como... afuera, la cancha de tenis, mi cuarto... donde no haya libros.
—Oh ya veo.
—¿Te gustó tu cuarto?
—Mmmh pues la decoración deja mucho que desear.
—Es la decoración de su antigua propetaria, algún día pintarás y decorarás tu cuarto, es algo como un proyecto estúpido de sociales y cívica.
Habíamos llegado a las escaleras que conducían a mi habitación, preferí caminar más lento para apreciar la conversación de Anne, hablaba sobre las mascotas ,que estaban prohibidas en el campus y otras reglas "bobas", como ella las calificó..
—¿Y ahora qué?
—Ahora... puedes irte a tu habitación, o salir, pero no hay más clases, pronto será hora de comer.
—Bueno, voy a dejar mi mochila, ¿te veo para comer?
—Seguro, te apartaré un lugar
—Muchas gracias, me...
—Lo siento  -los ojos casi carmesí de Anne mostraban pánico me tengo que ir, chao. se apresuró, dio unos pasos disimulados...pero más tarde comensaría a correr como loca-
—Pero... ¿Qué pasa?
—Tras una nube de polvo, Anne había desaparecido, y tras ella corría un profesor. Uno gordo y calvo, estaba rojo como tomate, y sudaba,  no sé si era por la agitada persecución, o por el enojo inseplicableque tenía contra Anne.
Subir aquellas escaleras, fue como atravesar un mar de personas, todos juntitos y amontonados, subiendo las escaleras hacia los dormitorios, parecía eterno.

Cuando por fin llegué encontré el dormitorio solo, sin ningún rastro de Anahí, de inmediato arpoveché para ordenar un poco mis cosas y también mi cabeza. Mojé mi rostro y cuando me dirigía a la cama, pude notar que hacía falta un poquito de aire fresco así que abrí las ventanas y deje entrecerrada la puerta.
Puse un CD de música clásica en un volumen muy bajo, era un recital individual, sólo para mí. Enseguida salté a la cama, y cerré los ojos un instante y de inmediato recordé a Leonardo... me pareció ridiculo así que los abrí de nuevo para borrar toda evidencia de enamoramiendo estúpido con apetito desmedido...
Mi ojos quedaban perfectamente al rellano que conducía a mi habitación, después de holgazanear un rato sobre la cama, miré hacia el rellano y lo noté.
Una chica agazapada, con aspecto de estar espiando.¿Qué más se puede hacer en un rellano que no conduce a ninguna parte más que ami habitación? ¡Precisamente porque es el penúltimo rellano de la escalera!
Ella, era la chica de cabello rojo, esa extraña andaba merodeando cerca de mí, y estaba espiandome...

—¿Qué haces ahí, eh? ¿Acaso me estás siguiendo?
—Nada, estaba pasando el rato, y no te estoy siguiendo maldita sea, que rara eres... -contestó con cierto enojo-
Aquello nadie se lo tragaba. Se lo dije.
—Me gusta sentarme en los rellanos, son sitios calmados y fresquitos.
Noté que me miraba extraño... es decir además de sus deseos de matarme, tenía una mirada peculiar...detenidamente... preguntándose a qué le sonaba mi cara.
—¿Y cerca de tu dormitorio no hay rellanos?
No supo contestarme, asi que me anticipé yo:
—Creo que sí me estabas espiando...
De nuevo,siquiera supo que contestarme, apartó la mirada y permaneció inmovil en el rellano.
Talvez fui muy dura con ella, talvez no debí de ser tan agresiva... así que decidí arreglarlo...o quería herir sus sentimientos, talvez sólo quiere... quiere... ¿Mi amistad? ¿Alguien con quién charlar?
Me levanté de la cama y cerré con cuidado el dormitorio, le pregunté en tono amable si tenía la hora.
—No tengo mi reloj conmigo ahora, ¿Quién carga con su reloj todo el tiempo?.
—Aquella respuesta, era estúpida, incluso para mí.
—Bueno... ¿tienes celular?
-Hasta los bebés saben que en la pantallita de los celulares viene la hora-
—¿Qué narices tiene que ver un celular con la hora?
—Pues los celulares tienen la hora en la pantalla, idiota.
¿Qué hizo ella? No lo pensó dos veces: me da una cachetada. ¡PLAS!.
Me quedé sin palabras para replicar, y tan asombrada que me fallaron los reflejos para devolverle la paliza.
Después de dos segundos, nos quedamos mudas, yo con un enojo enorme, y ella tenía cara de miedo... un miedo no razonable, Talvez temía que armara un lio con los profesores.
Me aparto con sus brazos y trató de impedir mi camino
La pobre estaba demente... Yo sentía mucho enojo, y me asusté demasiado por eso, me libre de la cárcel de sus brazos y  corrí con cara de perrito perdido en medio de una terrible tormenta hacía ninguna parte. Lo sé muy inteligente de mi parte ¿No? Ella se quedó en las escaleras fingiendo no saber nada al respecto.

—¡Oyeeee! -Charlie apareció en mi camino escaleras abajo- —¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Elizabeth?
-me detuvé y descanze en sus hombros,pude notar que Charlie se estremesio un poco, lo cuál hizo que de inmediatamente retrocediera...-
 —Una chica... -yo estaba muy alterada por el golpe y por mi travesía corriendo escaleras abajo, me costaba tomar el ritmo de mi respiración-   Una chica de... -suspiré profundo para tomar aire- una chica extraña  me golpeó.
—¿Qué le hiciste? giro su cuerpo, quedando en dirección opuesta amí, búscando a la culpable.
—¡Yo nada! ese es el punto, ni siquiera la conozco.
—¿Estás segura? ¿Quién era?
—No lo sé, es una chica bajita de pelo rojizo...ammm creo que usa una chaqueta rosada...
—Ven acá—   dejó descanzar su mano sobre mi rostro, y terminó inclinado hacia mí  —Estás bien. No pasa nada.
—¿De pronto vino y te pegó? ¿Así de simple?
—Es díficil de explicar, ya antes había hablado con ella, pero nada personal, le pregunté la hora sólo eso, además...bueno tengo que reconocer que le dije idiota, creo que por eso me golpeó.
—Espero que tengas más cuidado Elizabeth, no es un buen lugar para llamar idiotas a las personas ¿Sabes?Algunas de por aquí son algo salvajes... —concluyó—
—Tendré más cuidado a la próxima...creo.
—Bien, vamos a comer.
—Ok
—Estás más pálida de lo normal...¿Segura que estás bien?
- Más pálida de lo normal ¿Ah?, hacía meses que no me bronceaba, no era de mi agrado, pero tampoco era para que el se metiera con  mi color de piel... es lo que heredé de mi padre-
—¿Más de lo normal? -dije en cierto tono...mmmh... bueno lo describiría un poco molesto...-
—Sí... eh.... quiero decir.... —se pusó nervioso— tu piel es muy blanca, pero aún así me parece linda.
-¿Aún así?-
Charlie se puso tenso, así que intenté remediarlo.
—Estoy bien. gracias por preocuparte -le sonreí-
Cuándo llegamos al comedor, me encontré con un dilema.
Estaban perfectamente juntas, y solitarias, esperaban por mí.
Así es, en el lado izquierdo apareció Anahí, y a la derecha Anne. Sus mesas estaban tan juntas que era imposible pasar disimuladamente...
—Hola -traté de sonreír- algo me decía que esta no era la mejor idea...
—Hola —dijeron al mismo tiempo,extrañadas... se miraron entre sí—
—Hola Anahí, ella es Anne, la conocí en literatura.
—¡Hola! Mucho gusto Ana, creo que te ví en clase de Historia ¿Verdad?
—Así es, es soy yo...y se pronuncia Anne.
—Está bien Ana, o Anni.... annei...cómo sea... -Anne enfureció-  Elizabeth tengo tantas cosas que contarte, es sobre ese chico,ese gran apuesto chico....por fin logré hablarle, pero no fue tan amable con migo al final de cuentas, me dijo algo sobre nuestra charla... que no tenia sentido alguno, algo así... además... -mientras Anahí hablaba hablaba y hablaba, Anne la estrangulaba en su mente...hizo un gesto raro frunció las cejas y después me miro repentinamente-
Con una mirada me preguntó "¿Ella es tu compañera de habitación?"
Y con un gesto respondí "Sí"
Después de un largo tiempo, los labios de Anahí seguían en movimiento y quién sabe que más salia de su voz, yo nadamás observaba y veía como Charlie se aburría y Anne...Anne me preocupaba. En un acto de asombrosa rebeldía (o locura) interrumpió a Anahí.
—¿Te podrías callar? Discúlpa pero creo que Elizabeth ya tiene suficientes datos sobre tu trágica charla con el tipo ápatico que llamas "apuesto".
—¿Qué dices? No te entiendo...
—Que llevas casi toda la hora...
—Amí no me importa, vine con Elizabeth.
Las dos me miraron profundamente esperando una respuesta, sus ojos llenos de rabia ... sin dudas esperaban algo como...
"Anne que grosera eres, vete de aquí, Anahí quisiera escuchar más sobre ti"
o algo como...
"Anahí, cierra el pico, Anne vamonos de aquí"

Pero la verdad, desnuda y en su total naturalidad... insipidamente yo no sabía que hacer.
¿Acaso éste incómodo encuentro era el principio de una horrible sensación que se repetiría constantemente....? ¿Acaso yo estaba destinada a tener que lidiar con una gran desición....?
¿Apoyar a Anne? ¿Dejar a un lado a Anahí? ¡Pero que demonios! ¡Es mi compañera! Es como... mi hermana, porque compartimos habitación... Anne me agrada mucho y siento que podríamos ser muy buenas amigas, es decir... tengo que hacer algo... calmarlas a las dos.

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HOY CUMPLO AÑOS! jajajajaa, bueno sólo quería decirlo. gracias por leer, me hace muy feliz.